De nuevo en Varanasi, hace unos días, antes de regresar a Delhi, camino a Rajastan, estuve por en esta ciudad.
No llegué a entender muy bien durante el breve pasar de la vez anterior que era lo que atrapaba de este lugar. Ahora fui intuyendo que el encuentro entre vida y muerte. Los amaneceres, las ofrendas, los gritos que enfrentan la pérdida de los seres queridos desde la esperanza, el río, los paseos, la puja de la tarde… despiertan en todos los que la pisan una extraña sensación con agradable sabor.
Ahora, Rajastan…